jueves

El arte de la imaginación "Fotografía".

Cuando algunos artistas a principios del siglo XX dijeron que el Arte había muerto, encontraron que uno de los asesinos que participó en este “crimen” fue la Fotografía. Pensaban , con acierto, que después de existir la posibilidad de copiar con una perfección milimétrica la realidad a través de la lente poco espacio quedaba para el Realismo o el Naturalismo pictórico. No es que se hubiera muerto “todo” el arte, sino sólo aquel que pregonaba las excelencias de retratar con precisión el mundo real. Así que se cerraba una puertas, la de lo real, y se abrían un montón de ellas, las de la imaginación.

 Con la Fotografía pasó lo mismo. Desde aquellas escenografías, maravillosas, de las mil y una noches de las fotografías de principios de siglo, hasta la hiperrealista fotografía de moda, pasando por la crudeza sensorial de los cronistas de guerra. Todos y cada uno de los píxeles y moleculas que forman el mundo fueron sometidos a la dictadurad e la caja oscura. Hace 30 años, mas o menos, algunos empezaban a darse cuenta de que también aquí el Arte estaba siendo asesinado, aunque no por un nuevo método de reflejar la realidad, sino por la realidad misma que ajena a todos estos galimatias filosóficos se había desnudado “completamente” delante del cristal. Y cuando digo completamente me refiero a todo recoveco, resquicio, milímetro de piel de eso que llamamos mundo mundial.

Y ¿qué se podía hacer?. “Todo está inventado” dijo alguien alguna vez. De eso se trataba, los fotografos empezaron a buscar en el arte (pintura, escultura …) aquella realidad perdida del mundo: los sueños. Y la fotografía, desde entonces, ya no se encasilla retratando la realidad tal cual es, ahora busca “expresar”, “trasmitir”, “evocar”, “suscitar” y hasta, si me lo perdonan, “asquear”. Es como una gran máquina tragaperras, cada moneda que echamos es una oportunidad de ganar muchas más monedas. Cada fotografía que se “ve” y se “siente” nos permite “aprehender” algo más que sólo aquello que está retratado.

Y, ¿por qué todo ésto?, direis. Pretendo ir mostrando, al tiempo que aprendiendo, como ha evolucionado ese “ARTE MENOR” que tanto me gusta, la Fotofilosofía.