Un extraño encuentro
Un extraño encuentro.
Mientras paseaba con mi perro el otro dia, se me acerco un señor pobre. Me miro con sus profundos ojos verdes y me dijo:
-¿Ud quien es? ¿es de por aqui?
-perplejo ante aquellas preguntas, hice lo que inconcientemente hago en situaciones asi. Lo mire. sí, pero con un desprecio tal que aquel hombre lloro. Di media vuelta, puse la correa a mi perro y me fui. Camine unos cuantos metros y voltee la cabeza para saber si aquel hombre se habia ido. Estaba sentado en un banco leyendo un libro. Mi curiosidad y debo decirlo, mi arrepentimiento ante aquel desasimiento tan propio de mi carácter colérico me hizo recapacitar mi acción.
-Hola me llamo Raúl y sí, soy de aquí ¿por que me ha interpelado de esa manera? le dije
-Solo buscaba llamar la atención.contesto.
-¿Que lees?-
- Pues no se su titulo ya que no tiene la tapa ni las primeras hojas, pero me cuesta seguir la linea del tema. Por que sera que la gente... ¡espere! ¿ud me sigue con atención? Soy sencible a esta muestra de interés.Hay observadores que reservan su atención a los principes y a los grandes artistas o incluso a los hombres de poder. Para esas gentes un vulgar hombre como yo no ofrece evidentemente ningún interés. ¡Cuan equivocados están! la vida es la vida y el misterio esta por todas partes. El pobre mendigo con el que nos cruzamos en la acera y que esquivamos, ese hombre tiene a veces pensamientos que no son ni simples ni vulgares; lo que ocurre es que no sabe expresarlos. Incluso ni sabe pensarlos. Padece de sus mejores ideas sin llegar a comprenderlas ni él mismo. Y el deber de los que se consideran observadores o instruidos como ud., sería a mi modo de ver, ayudar a todos esos desgraciados, a comprender no solamente su miseria, sino todo lo que se agita y bulle en el fondo de su alma, incapaz de desahogarse por sí misma, es decir de manifestar su extravagante complejidad...
Cogió su libro lo metió en su bolsa y se fue. Quede perplejo ante aquel personaje que por su acento me parecio ser Francés. Su forma de hablar, su exactitud, sus palabras precisas, sus frases bien hechas, me hicieron pensar que no era un hombre común.
En fin, solo espero entender de algún modo tan extraño encuentro.