sábado

Cuando la noche te ciega.


La esperanza, sé por experiencia propia, cuán valiosa es. En uno de mis viajes, en concreto a suecia, me encontre perdido en la carretera haciendo autostop. Había andado todo el día, ya no tenía más fuerzas. La chica que me acompañaba, una francesa de mote gudy me dijo - no vale la pena continuar caminando en la oscuridad, será mejor que descansemos. Tuvo mayor suerte ya que la avisto un camionero y la llevo no sé donde. Pare, me adentre cada vez mas en la oscuridad de la carretera fria y sola. Por primera vez senti la oscuridad en mis ojos, en el aire que respiraba, rozando mi piel, tratando de intimidarme. Empeze a arrepentirme de haber emprendido ese viaje. Hay noches en la vida tan densas, tan oscuras, tan tristes... Noches del alma.

Noches de carreteras, noches que dan impresión de ser eternas. Esa noche fue una de ellas. No dormi, me incomodaba la oscuridad, me perturbaban sus ruidos, me hacia daño su profundidad y su densidad. Observé la noche. La vi soberana. amedrantadora, dueña y señora de la situación. Eran las cuatro o cinco de la madrugada cuando le pregunte a la noche. -¿Noche, te estás poniendo más oscura o es simple impresión mía?. La noche me contesto: -No es impresión tuya, me pongo más oscura cuando esta a punto de salir el sol. Quince minutos después salio el sol. Pude ver sus rayos dorados sonreírme. Disfrute otra vez de su luz, de su esplendor, de su vida. Me sentí a salvo. Había llegado el día. Pude emprender el viaje de nuevo, bajo la mirada cálida del sol.

La conclusión que saque de esa experiencia, es que nunca te adentres en la noche de una carretera con alguien que no conoces ya que te abandonara. La segunda, es que por mas que te ciegue la oscuridad, no pierdas la esperanza de que en algun momento vendra el día. Los problemas no son eternos, no perduran en el tiempo, no me llevan a la muerte. Espera la luz, espera el momento. Créeme te salvara la vida.